viernes, julio 07, 2006

Las burbujas...

Todos tenemos una burbuja. Una “realidad” que nosotros mismos nos inventamos para no aceptar algo que nos duele, o que simple y sencillamente no se nos da la gana aceptar. También hay el tipo de burbujas que otras personas te ayudan a construir (aunque no son de las que hablaré ahorita)

Que puedes y necesitas estar solo (a), pero sigues saliendo con 40 personas; pues no, no puedes estar solo (a), acéptalo.

Que aquella (aquél) todavía te ama; no, ya no te ama, acéptalo. O a lo mejor sí te ama, pero ella (o él) es la que no lo acepta. (O cree que ya no, pero sí… ya le pasó una vez, ¿recuerdas?)

Que X (y sí, es muuuuy X) te ama aunque no sepas de su vida en una semana; NO, NO TE AMA, eso no es amor, lo sabes, sólo acéptalo.

Que esa persona que te gusta también se muere por ti, porque siempre que se ven se la pasan toda la noche súper bien, aunque no vuelvas a saber de ella en toda la semana; pues noooo, ¡¡no le gustas!!. O a lo mejor sí le gustas, pero no se muere por ti.

Que vas a encontrar trabajo aunque te la pases sentada (o) enfrente de la computadora todo el día; nooooooooooooo. Acepta que eres una (un) floja (o) de primera, y que te fascina estar en la fiesta toda la semana.

Que eres feliz con tu novio (a) de mil años, aunque no estés enamorada (o) de él (ella); eso se llama comodidad. Aunque supongo que a veces a eso también es parte de la felicidad.

Que crees que puedes hablar de lo que otra persona siente, y te vale si le rompes el corazón a quien se lo dices; por más que la (lo) conozcas, NO sabes lo que la otra persona siente, habla, o hace, porque es muy probable que no confíe en ti tanto como crees.

Que eres perfecto y te la pases dando consejos que tú mismo (a) no tomas; ¡no des consejos! Si alguna vez te pasara exactamente lo que le pasa a la otra persona, reaccionarías exactamente igual.

Que, como en este momento tienes a esa persona enamorada de ti, aunque no la peles, crees que así va a estar, eternamente esperándote hasta que a ti se te ocurra hacerle caso; pues no, algún día se te va a ir, y cuando esa persona ya no esté, te vas a arrepentir de no haberla valorado.

Que tienes un pegue impresionante, y crees que es por tu increíble inteligencia, tu ternura y tu linda carita; puede ser que sólo sea porque vas por el mundo con banderita de “niña accesible” o de “Don Juan”.

Que tu relación es perfecta, que tu pareja te ama, y que estás muy enamorada (o); jajaja, ¿quién quieres que te crea eso? ¿Las demás personas o tú misma (o)?

Que todos podemos confiar en los demás, que nadie miente, que la gente es honesta, leal; ja-ja-ja… sin comentarios…

“El que esté libre de pecado que arroje la primera piedra…”

sábado, julio 01, 2006

Ya no más...

Ya no más. Ya no más amor. No más besos llenos de sentimientos cursis. No más llamadas melosas. No más conocer gente. No más citas. No más ilusiones que hacen estúpido al corazón y débil a la mente. Veo parejas en la calle, y por primera vez doy gracias a Dios por no ser parte de una de ellas. Por tener, por fin, la fortaleza de disfrutar la ausencia del amor de pareja en mí. Poder despertar con el sentimiento de autosuficiencia y orgullo de que estoy viviendo sólo por mí, para mí, para ser feliz. Y estar conciente de querer hacerlo. Caminar, correr, reír, salir, tomar, besar, fumar, acariciar, conocer, bailar, respirar, sin pensar en alguien. Está decidido. Mi libertad (no física, pero decididamente espiritual) continuará por un tiempo indefinido. O por lo menos es mi intención, porque, según mis amigos, mi soltería no duraría mucho si alguien llegara a mi vida. Lo que ellos no saben, es que ni la persona más valiente podría romper la muralla que mis miedos han construido (no deliberadamente, sino obedeciendo a una gran cantidad y calidad de decepciones, propias y ajenas) en mí.

Además, mi vida está perfecta. Estoy dándome un semestre sabático impuesto, por lo difícil que es encontrar trabajo (aunque, al paso que voy, será todo un año). Mi fin de semana empieza el miércoles y acaba el domingo. Llevo una relación más unida con mis mejores amigos (los cuales, por azares del destino, gracia divina, coincidencias de la vida, o "causalidades", están pasando por lo mismo que yo). He conocido gente que, de una u otra forma, empiezan a ocupar un lugar en mi vida. Entonces no; no necesito nada de relaciones de pareja. Lo que menos busco en estos momentos es enamorarme de alguien. De alguien nuevo, quiero decir…